jueves, 23 de julio de 2009

The job thickens

Y me pregunto si será así de facil escaparme un ratito y escribir en el momento en que tenga responsabilidades locamente mayores que ahora. Ayer, dia peak pick pic de actividad trabajé como tres horas y media. y el resto de tiempo leí el hombre ilustradoy 1984, y escribí parte de lo que está publicado hoy en el blog de flute. Y lo que escribí acá evidentemente. Ayer tambien tuve un entretenido momento de comunidad con flip pancho y felipe que me vinieron a ver para comer juntos y fuimos a ese lugar de sandwiches maravillosos.

Y si no fuera por felipe que me trajo el celular, el seba no hubiera sabido que finalmente si iba a este concierto. Y no hubiera podido contestarle y hubiera tenido que ir solo yo. Y la pregunta es ¿hubiera ido solo? Quiero decir que si, pero contemplando la perspectiva ayer mismo, creo que me hubiera aburrido. Fue bakan mirar al seba con cara chistosa cuando lo que tocaban se parecía a Jan Tierssen (no se como se escribe y no lo quiero googlear), que tomara una foto que se escuchara y hacer los dos juntos la mimica de que ibamos a aplaudir al final del primer movimiento. Eso debe ser tan recurrente como la gente que hace parar el metro como micro. Pero nos divirtió hacerlo al mismo tiempo sin planear nada.

Creo que cuando era chico lo hice alguna vez. No debo haber sido ni siquiera muy chico, fui como 2 veces a conciertos. Me acuerdo de mi papá enseñandome cuando había que aplaudir. Es raro que me hayan enseñado tan poco.

¿Es por eso acaso que tengo estas ganas arribistas de aprender tan fuertes? Me doy cuenta de que mi crianza fue tristemente pobre en cultura mainstream. Y no me siento resentido, solo porque ahora tengo oportunidades. Pero es obvio que mis hijos se van a avergonzar de mi como yo me averguenzo de haberme llevado todos los libros de la casa que no son de fotografía. ¿Que se puede esperar de mi con un padre que no lee?

Es un poco bonito y un poco triste que las pocas historias que me contó mi papá al dormirme cuando yo era chico eran historias que el inventaba en el momento, sin una trama definida. Casi siempre seguian una estructura de viaje, en la que animales buscaban algo o decidían hacer algo. Y nunca terminaban. Mi papá las decía, no las recordaba. Se acababan cuando uno se dormía, y al otro dia el era incapáz de recordar la historia. Y probablemente el otro dia fuera muchos dias después.

Recuerdo un dia, en que los vecinos (5 años mios quizas) reparaban la reja y yo miré el arco electrico, que me encantaba y que me sigue encantando, pero quizas esta historia me hizo tener miedo. Era de un niño que le encantaba mirarla y su papá (igual que el mio) le decía que no la mirara. Y el lo hacía de todas formas porque le gustaba mucho. Y cuando su papá iba a apagarle la luz (función que hasta hace como 3 semanas aún le podía pedir que cumpliera) el niño le pedía que la prendiera de nuevo y el papá la prendía, pero el niño pedía de nuevo la luz prendida y el papá le decía que estaba prendida pero el niño no la veía. El niño había quedado ciego.

Ahhh. Un buen padre dentro de todo.

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