viernes, 26 de junio de 2009

Nunca quise ser un espía.

Ni cuando era niño. Como a todos, me gustaban los mismos trabajos de sueño de niño, como estacionador de autos, traumatologo, ingeniero genético (para crear grifos, sobre todo), bombero, aunque no futbolista.

Y luego quize ser otras cosas, como actor, chef, cienasta, pirómano, alcoholico (de los astútos, no los rascar) y mendigo. Y estas cosas aún las quiero ser, pero ser espía ahora es más facil.

Ya firmé un contrato antiespionaje, que ya hace interesante ser espía; tengo acceso a todo lo que hay en Chile en mi rubro; una weá como un beeper que cambia cada 17 segundos la clave que debo usar para bajar cosas directo de General electrics.

Me visto de traje todo el tiempo, aprendo muchas cosas muy rápido, tengo un lapiz con un mecanismo secreto muy apropiado, y soy muy nuevo y nadie sospecha de mi.

Estoy solo como 6 horas al dia, y cuando alguien viene escucho sus pasos. No hayninguna camara cerca.

Quizas solo por lo obvio que es, no sea el espía que puedo ser. Pero, finalmente, la posibilidad es lo hermoso de las cosas. Y todo está tan lleno de posibilidad ultimamente.

Hace un tiempo Vicho me dijo que debería haber estudiado ingeniería, por mis inventos y si lo pensé. The road not taken es algo pesado para todo el mundo y era triste a veces saber que no iba a poder entrar a ese mundo nunca, ya estando en una carrera como la nuestra.