miércoles, 12 de marzo de 2014

Como un Japón, gente metida en cubículos, jóvenes profesionales pudiendo solo pagar pequeños departamentos, hombres de edad media considerando el suicidio para liberarse de sus malas decisiones de negocios. Sin el orgullo, sin la tradición, sin la precisión ni la eficiencia. Sistema de clases no muy permeable, check, gobernantes lejanos y mafiosos, check.

Como un estados unidos en lo comercial, sin el orgullo, sin la sensación de que estamos haciendo las cosas bien o que tenemos derecho a hacer lo que estamos haciendo. Consumo de bienes para pasar la angustia, check, clase baja que gasta un triple del sueldo mínimo, check.

Como Puerto Rico, sin el sabor. Sin la pronunciación estúpida también.

Aunque hay una especie de orgullo resentido. De orgullo personalista resiliente emprendedor. Somos los mejores de latinoamerica decimos. De nuestro barrio pobre, somos los que mejor auto tenemos.

B1 - al agua. Banderita blanca.

Y clase media. Todos nos decimos clase media en Chile, si. Pero clase media, en este caso es tener suficiente educación para entender como la clase alta nos aplasta y no tener los medios, los contactos o la constancia para hacer nada al respecto. O las ganas quizás. Hay una apatía que nos da estar en el ojo del huracán, saber que es difícil caer o subir mucho.

D4 -  al agua. Banderita blanca otra vez.

Y quizás tiene que ver con tener cerca de treinta, una edad que en el 2014 es para algunos recién saliendo de la adolescencia, mientras otros tienen ya más de un hijo. Una edad confusa donde compañeros de la misma clase viven aún con sus papás, o en el extranjero estudiando, o trabajando con familias o solos en esos departamentos chiquititos de 35 metros cuadrados donde cabe todo lo que cualquiera podría necesitar.

C6 - Golpeas algo. Pero estás lejos de hundirlo.

Como tratar de entender algo por la sombra que proyecta. Pero sin ver toda la sombra. Tratando de delinear la sombra con un laser. O quizás no tan complicado. Pero enmarcarse en una edad sin identidad de una clase sin identidad de un país sin identidad en una época en que la gente se junta en bares, pero de todas formas conversa por celular con la gente que no está ahí, es difícil. Aún así, este es un comienzo.