martes, 9 de marzo de 2010

MI terremoto (3)

Despierto con las replicas hasta hoy, y la noche del terremoto, en el auto con la radio prendida era más facil y apropiado hacerlo. Nada todavía.
Amanece y la cinthia quiere ir a su casa a ver los destrozos. Nos cuenta historias de gente a la que les pasó cosas super poco importantes. Mi papá me mira con cara de riendose, y a mi no me da risa para nada. "De mi pueblo queda solo un puñado de cenizas" recuerdo. ¡Por que los demás tienen que pensar en eso cuando sus gatos saltaron del piso 6 al piso 1? Cada tragedia privada es más importante que la tragedia pública.

Un par de monitos de porcelana horribles, una botella de vino y una de vinagre son los saldos del terremoto en la casa de la cinthia. Un montón de tierra manchando una alfombra por un macetero volcado.

Ordenamos escuchando la bio-bio. Ayer flip me dijo que escuchó la cooperativa. jamás se me hubiera ocurrido escuchar esa. Creo que la ultima vez que la escuché estaba afuera de la plaza de armas de talcahuano esperando a mis papás que iban al banco del estado. Tenía como 5 años. Quería comer un helado del correcaminos. era de bresler creo. De frambuesa, creo. Terminamos de ordenar. Trato de escuchar una noticia esperanzadora de concepción, para llevar a la diana y a la lore que están el el parque bustamante, me llamaron mientras estaba en el auto durmiendo. Nada bueno se escucha. Pero al parecer la ciudad está. En ruinas, pero no se la comió un leviatán o un primigenio. Mi familia y la lety puede que estén vivos. Quizas Suazo. Quizas los muchos otros.

Voy al parque y las veo y me da celos porque hay otro hombre antes y pienso que es algo de la diana y luego no es manuel, y me da rabia por sentir celos de la diana que cada vez siento que nunca me va a pescar nada. Tomo un poco de jugo. Sus familias están bien. No me podré comunicar con nadie de la mia hasta dentro de unas siete horas más pero esto me da esperanza. Nos vamos. nos encontraremos acá mismo para no estar en pisos altos durante toda la tarde, acostados en una especie de picnic mientras se nubla santiago con polvo y humo y solo podemos imaginar lo terrible que debe ser concepción. Concepción que está roto, que está aplastado.

Nos enteramos luego de talcahuano y tantas otras partes, de los saqueadores e intuimos a los no nombrados violadores.

Ahora todo está medio normal, y todavía tengo que ir a concepción. No tengo la esperanza que la lore y claudio me venden de que se vaya a recuperar. Pero es cierto, no lo he visto.

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