jueves, 19 de abril de 2012

En estos dos años (un poco más, en realidad)

que he estado en esta oficina he aprendido a escribir sin mirar las teclas, a reconocer nombres en un texto sin tener que leer el texto, modismos de centroamerica y las similitudes entre los gobiernos de toda america latina.

Y creo que lo más importante que he aprendido no es eso, aunque me encanta no mirar el teclado cuando escribo, no me malentiendan.

He descubierto que los trabajos, aún los de 8 horas como este, te roban los mejores momentos de tu vida. Algunos de ustedes esperan la jubilación, algunos esperan ganarse el kino y siguen acá sin importar que la muerte vaya a venir en cualquier momento, sin importar que quizas los próximos dos meses son los ultimos y ustedes han dado las mejores horas a gente que no los conoce y ni siquiera entiende de que se trata su trabajo.

Quizas para algunos este no es un problema. Algunos piensan que después de morir viene lo bueno, pero solo creo en la podredumbre y la nada después de la muerte. Y creo firmemente que quizas los expedientes secretos x no tenían la razón y la verdad no está afuera, porque nunca ha existido "la verdad". Pero espero con toda mi esperanza que la vida esté ahi afuera. Porque es obvio que esto no es, y dudo que otro trabajo lo sea.

Gracias a todos los que hicieron mi paso por acá más facil o más alegre, porque se que las oficinas pueden ser un desierto para el espíritu, y suerte para todos.


Me gustaría mucho decir esto mañana, al despedirme.
Muy probablemente no lo voy a hacer.

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