domingo, 6 de junio de 2010

Espero

Y espero que sea un gesto final, si no de todo, al menos de algo, al menos de lo importante.
Entrego y espero.
Me encierro un poquito más, me comprometo un poco más con cosas que no tienen que ver tanto con otros como conmigo, y creo que es un paso hacia adelante, hacia donde quiero llegar.
Me independizo de a gotas. Vivo afuera, lavo afuera y cuando resulta me baño y duermo afuera. A veces he pensado en arrendar una bodega y vivir ahí, pero el frio y la humedad no lo valen. Ni lo valen los hongos y la semiconvivencia de una pieza. Por ahora ahorro. Veremos que pasa después.
He tenido muchas ganas de saltar atravesando la ventana del piso 12 donde trabajo, solo por lo espectacular y sorpresivo que sería. Me imagin el sonido de talla empapada cayendo que podría hacer mi espalda al chocar contra ese techito y la superficie plastica quebrandose. No es que quiera morir. Es solo que pienso en saltar de edificios cada vez que estoy en uno.
Tengo planes de mejoramiento que llevan a algunos a decir que soy todo un griego. Yo pienso que un renacentista es mejor. Las orgías con más mujeres por un lado. Pero es verdad que hacían menos ejercicio y mi corpore sano es algo que quiero.
Hay muchos dias en que me siento un dios. El dios de escuchar. El dios de las pequeñas sorpresas irrelevantes. El dios de la suerte de principiante. Hay otros en los que me siento como una persona corriente y veo a los demás en el metro y me maravillo de que todos estén pensando y que todos tengan sus propios problemas que piensan que son los más importantes y todos tengan pequeños momentos de diversión y placer. Veo el potencial de tanta gente y tantas voluntades que si simplemente siguieran a un lider pequeño, un lider comunal, o vecinal, podrían lograr tantas cosas grandiosas. Pero al vivir el presente uno se acostumbra a trabajar con lo que tiene, asi que bailo en el metro porque me gusta bailar, pro tambien para que me miren y se rian o para que le cuenten a alguien o simplemente el viaje sea un poco diferente.
El mati decía el otro dia que las proyecciones de longevidad para la gente de nuestra edad son infinitas. Que ya descubrieron por que nos hacíamos viejos y que de aquí a un tiempo vivible podrías "operarte" y vivir hasta que la tecnología te haga vivir para siempre. Y hay tanto que ver, y tengo tanto que aprender.
Han sido dias perfectos. No porque no hayan pasado cosas malas, en realidad, sino que esas cosas se añaden a la perfección. La infinidad menos veintisiete sigue siendo infinita (aunque presumiblemente un poquito más chica). Y es como cuando quieres hacer crecer tu masa muscular (no es que yo quiera, jamás me malentiendas en esto), en que tienes que romper algunas fibrillas para que más aparezcan. Los musculos son la hidra. La perfección de los días tiene una miriada de cabezas.

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