domingo, 25 de septiembre de 2011

Apagón

ayer. La mamá de la cata cuenta como en la florida habían unas luces en el cielo, 5 o 6, que se separaban, se juntaban, hacían semicirculos, como ovnis (una busqueda en internet me revela que hartos otros lo vieron, pero las explicaciones que encuentro son tan pencas como los relatos).
A mati lo llaman por 3 lados sus familiares y hay un poco de desesperacion de parte de un lado.
Subimos a la lavandería y todo está oscuro y es loco. Aún así no se ven estrellas, quizas porque estamos en la alameda y varias luces funcionan, quizas porque las estrellas se rindieron y su luz ya está descontinuada para estos lados.

Hoy hay un asado de la oficina y me divierto mucho màs de lo que esperaba.

La vuelta a los deportes me afecta las piernucas, mi primer regalo por internet tiene un efecto agradable, empiezo a escuchar discos de sigur ros, porque creo que ahí está la musica para masaje. Takk y Agaetis.

Todavía no estudio nada y la prueba es el martes, pero quizas da lo mismo.

Contento y estable, así que le vuelvo a sonreír a las señoras en la calle y a bailar en el metro, esta temporada con más manos.

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