sábado, 4 de septiembre de 2010

3 ideas que me gustaban

y pude sostener solo una de caer al limbo del espacio neuronal reciclado.
Estar viviendo una película en la que el soundtrack son canciones raras que no conoces.

Ayer tuve el partido más rudo de todos los que he vivido. Y nos hicieron mierda. Y da lo mismo porque el objetivo nunca fue ganar todos los partidos.
Ayer pensé que todo me iba a doler hoy. Que la rodilla, destruida como estaba, que la guata revuelta y apretada, y la planta del pie. Pero no.

Ayer conocimos la casa de cera con Ton y Seba. Se llama en realidad la casa de cena, pero siempre leí cera y ya no puedo dejar de pensar en ella como la casa de cera.

(Afuera de la ventana suena música de concierto extático, para una batalla de otro señor de los anillos o el juicio final. Quizas es por el Edificio Gabriela Mistral, porque ahora que se llama así todas las asociaciones con la dictadura se van.)

Y pido congrio y es un gran congrio aunque lo que yo quería era otra cosa. Una cosa más simple. Ibamos con (ahora suena esa canción que dice "entre el mañío y los gualles..." quizas no es una ceremonia oficial del gobierno, pero ahora nadie sabe. Es obvio que inti illimani siempre fue una celula espía de la derecha y que la iglesia externa y el colegio invisible son lo mismo)mi mamá cuando era chico a un lugar que se llamaba Nuria. Diferente al de acá. Esto era en concepción, donde (quizas acá también hay)aún hay una tienda que se llama el corte inglés, con la misma tipografía el corte inglés de españa pero apenas una tienda de ropa en una galería. Pudo, dice mi punto, ser un "alcance de nombres". Y ahí, un cilindro de congrio alto en salsa de tomate de tomate molido con un puré con mucha mantequilla. Y era barato y estabamos rodeados (el derecho de vivir en paz. Dios santo. No fue hace un año cuando desde esta ventana escuchaba "pinoché pinoché, este triunfo es para usted". Ignorance is bliss. Slavery is freedom.) de gente pobre, familia arribista habíamos evitado en todos nuestros años comer con ellos, y los manteles estaban algo sucios y tenían hoyos, pero eso era lo mejor. Quizas desde ese momento tengo la noción de que en general en los lugares pobres te cagan con la comida, porque este lugar dejó la vara muy alta. Era un lugar muy barato, pero con comida de calidad y un servicio amable.
Discutíamos ayer en la casa de cena (que abre hasta las 5 de la mañana) que era una mierda que el lugar fuera tan poco conocido, porque habíamos ido a una porquería hace un tiempo que quedaba en plaza italia (a 2 cuadras ). Y si bien la casa de cera es un poco más cara, weón. La calidad de las cosas. Un ambiente calido y clasico aunque extrañisimo. La palabra posada se me viene a la mente. La palabra medieval. Cultista y eldricht tambien.
Debo volver a este lugar. Pero tengo que conocer más lugares. Más.

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