martes, 21 de junio de 2011

De afuera

es como me veo en algunos recuerdos. de encima a veces, desde una perspectiva en que no están las fotos.

Siempre había pensado que eran recuerdos falsos, recomposiciónes como en un cine de la memoria que usa las viejas fotos de la casa y las anedotas de los mayores para montar movimiento. Quizas en algunas ocasiones eso pasa y se mezcla cn los recuerdos y se arma algo que es un poco de las dos. Pero el otro dia me acordé (aunque ahora no me acuerdo) de un grupo de memorias que no le he contado a nadie. No traumas, por que piensan en traumas. Memorias random, en las que me veo de afuera y que no he comentado.

Hay algunas weás vergonzozas o secretas, pero no son esas de las que hablo. La mayoría de los recuerdos de chico o fueron transformados en eso o no son recuerdos o algo les pasó y me veo de afuera.

Recordé hoy en el trabajo que cuando llamaba a mi papá a su oficina de puerto montt, y el estaba trabajando en santiago, se demoraban en comunicarme y luego sonaba como si hubieran puesto dos telefonos enfrentando el audifono con el microfono.

No se por que era así. Era el tiempo en que los carriers hacían publicidad en los estelares, en que los celulares necesitaban una maleta (maletita) para llevarse, y quizas era mejor llamar a esa oficina. La voz de mi papá tan lejano se escuchaba lejana y lenta. No me acuerdo de que hablabamos. No me acuerdo donde estaba puesto el teléfono en ninguna de las 2 casas de puerto montt. No me acuerdo desde donde me veo. Es solo la impresion de dos teléfonos en 69 en una oficina llena de barriles de aceite, y un papá y un hijo hablando lejos y sonando como si estuvieran lejos.

Y cuando esa impresión te pega en un instante. Bueno. Uno trata de contarla. Aunque sea dificil.

2 comentarios:

  1. a veces confundo los recuerdos con las cosas que hubiera querido que pasaran, o con algunos sueños o, simplemente con cosas que he imaginado... la memoria no me parece muy fiable a veces... por eso parece que es mejor no hablar delos recuerdos

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  2. No me parece la decisión correcta.

    Son poco confiables, si, pero son buenos para conversar. No hya nada mucho de que hablar, realmente. La cosa es entretenerse y hablar es una forma de hacerlo.

    Además los recuerdos son una muestra de confianza un poco. Y esas cosas son bakanes de hacer.

    Además, no hacerlo por que no son verdad, es como no hablar de libros o de películas. O de sueños o de planes. O de todo? quizas no. Pero de mucho.

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