Artistas del Acero

Cuando pequeño pensaba que tenía ese nombre porque un gremio de forjadores de metal se había agrupado y sacado su trabajo al público. Herreros y escultores tenían en mi mente ese espacio y la pequeña casa que usaban para mostrarse estaba siempre caliente por las fraguas.

Cuando recién volví a mi cuidad natal descubrí que el lugar era más de actores y bailarines que de escultores. Esto no me pareció tan raro, y sospeché correctamente que el lugar era auspiciado por la siderúrgica.

Fue la cárcel lo que me hizo pensar en la posibilidad de la fundación como algo diferente.
Estando dentro por fraude, por broma al principio, pensaba en una división de élite de los gladiadores con ese nombre.

A mucha gente le gustaba la brutal lucha hasta la muerte de los presos violentos, que se hacían una buena cantidad de dinero y fama. A mucha gente le sigue gustando, y claro, son dos espectáculos muy diferentes.
Mi intención nunca fue darle más clase a esos trogloditas, sino hacer algo paralelo que la gente más esnob pudiera disfrutar.

Pensaba, los gladiadores vinieron a reemplazar las peleas de lucha libre, el paso lógico de las luchas de MMA. Podíamos ver claramente un paso desde muchos otros deportes. Esgrima, artes marciales de tercera distancia. Hombres y mujeres dañándose los unos a los otros, matándose, pero con cierta elegancia. Esos eran los artistas del acero.

No nos costó demasiado trabajo obtener el apoyo de la fundación, es arte, es deporte y es menos impuestos que pagar por sobrepoblación de cárceles.

La fundación instaló también talleres de danza, teatro y música en la cárcel, con buenos resultados.
El nombre se hizo famoso y pronto el show (que montábamos en nuestra pequeña cárcel provincial y transmitíamos por el canal universitario también local) empezó a generar franquicias. La cárcel, el canal, la siderúrgica y yo ganamos mucho después de eso.

No está de más decir me dieron sentencia reducida, por servicios a la comunidad.
Es gracioso, en el pasado no hubiera tenido oportunidades como esta, pero en este momento la cárcel se trata de aprender, de devolver al país lo que uno le quitó. Y un hombre que es el administrador de un negocio así de bueno no tiene necesidad de robar.