Pienso que quizas la caca, el vomito, la sangre y el humo de cigarro podrían ser versiones de el viento, el agua el fuego y la tierra.
y temo quizas por esa casa que ha sido mancillada. Creo que debería haber una sesión de limpieza. Una de esas en orden antihorario, con carboncitos. Quizas crear un pequeño altar para que la influencia perniciosa de esa noche se vaya.
En mi casa no se puede fumar. Y, en lineas generales no tengo problemas con eso, pero es quizas un poco latoso que no se pueda. Las reglas. Me complican tanto. Las que regulan la conducta, claro, las otras me dan mucho lo mismo.
Es la prohibición de una dirección que probablemente no me hubiera interesado en primer lugar. Me carga acceder a limitarme por adelantado. Eso es. Limitarse es fome y tonto.
Me gustan las posibilidades, aunque el realizar esa posibilidad no sea importante o no sea deseable para mi. Me gusta creer que puedo hacer todo.
Quiero hacer un pequeño objeto sagrado que combine copa, posavela incensario y macetero.
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