Pero tienes que hablar para que la gente mire lo que estás haciendo.
Porque las personas tenemos los ojitos mirando hacia adentro y solo el ruido nos hace estar alertas. Hay algunas excepciones, claro.
y a veces si les cuentas que estás haciendo otra cosa, una cosa parecida pero mejor de la que estás haciendo, la gente se la cree. y reacciona como si estuvieras haciendo lo que dijiste.
A la larga, la magia de las palabras es como hacer un plano en el aire, por el que se puede caminar un rato. Y se puede rellenar con cosas más reales y solidificar o desvanecerse. Y en ese momento más te vale que tu plano no haya sido un puente o un alto pedestal. O que hayas cruzado al otro lado y vuelto o Alcanzado una estructura de la que colgarte.
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