Esa sensación de tener que respirar más fuerte. De botar bocanadas para no gritar. Estar atrapado en una oficina de mierda cuando quiero hacer cosas de verdad.
El juego los bailes, los pospuestos zapatos, otros juegos, reparaciones y ejercicios, limpiezas, recolecciones y busquedas, cocina, visitas, escritos quizas un poco más elaborados, lecturas, salir a comer.
Cantar todas las canciones y aprenderme las letras. Antes me las sabía todas y ahora no. Quizas hay más. Quizas solo olvidé en la parte justa que era mi habilidad típica.
Quizas hasta ver series y películas. No tener que elegir entre hacer y recibir.
Pero dentro de esa incomodidad está la rabia que me mueve a hacer las cosas igual, robandole al sueño y al orden.
No hay comentarios:
Publicar un comentario