domingo, 15 de agosto de 2010

"A ver,

date vuelta para ver si tenís pechugas" le digo, consciente de que en cualquier otro caso sería un mal movimiento. Ella sonrie se da vueltas se levanta la polera y le digo que no es necesario. igual se la levanta y casi no tiene, pero no importa. Me gusta un poco y sonríe como una niña drogada.

Pienso que es un poco triste que cuando al fin le gusto a una mina, esta mina esté empeñada en matar a Nicolás. Y yo, trato y aprovecho de metrerme en el medio para que Nicolas y su recién esposa vivan tranquilos este ultimo rato. Antes de que lleguen los gatos.

En general no me importan los animales. Y no los entiendo bien, ni su función en las casas, ni por que gente muy inteligente en otras areas se le vuelve mantequilla el cerebro cuando hablan de sus perros o gatos, ni lo que estas mascotas quieren cuando parecen pedir. Y fue tan extraño saber que la miguita quería que la siguiera. y subimos (¿por que estoy siguiendo un gato?)por ese edificio vacío, solo con escalerasw en sus paredes,el edificio de mi departamento. Y estaban todos sentados ahí, todos los gatos. En especies de cojines o espacios especiales para sentarse. Y al frente un gran gato. Uno diferente a los otros. Si me vio, no le importó mi presencia. Y escuché, aunque esto era dirigido a los demás gatos, y no se si era algo que se escuchaba realmente, escuché. Hoy es el dia. En que volveremos a tener el mundo para nosotros.

Ella se da media vuelta y puede que me haya dado un beso cuando todos los perros ladran y el temblor llega. Un temblor que muele edificios. Y quizas al fondo del rugido, detecto una emoción que ya había escuchado antes.

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