O la casa amarilla. El hombre de detrás del aparador le dice que por lo que el le pregunta hace ruidos pero es un juguete, no un instrumento. Le da un poco de verguenza y evita preguntar cual es la diferencia.
Siempre se siente disminuido ante estas situaciones y envidia a la gente de los buenos colegios y las buenas familias que tienen una idea básica de todo y al menos una oportunidad en el trivium.
Claro, sabe de cuentas, per está consciente que todos saben de su propio trabajo, y que las cuentas son muy faciles.
Pide el juguete, porque es el instrumento más barato y sabe que este dia empezará a aprender por lo menos un instrumento. Aunque sea un juguete.
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