es finalmente lo que produce las peléas.
Si no creyeramos firmemente en nada y estuvieramos dispuestos a cambiar nuestras opiniones rapidamente, no habrían casi problemas.
Y es que formamos nuestra personalidad con materiales rígidos partes que creemos fundamentales, e irremplazables, pero así como siempre es hoy, siempre eres tu y no hay manera de traicionarse.
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