martes, 8 de septiembre de 2009

Ceguera y anosmia

La vista me ha jugado muy buenas pasadas. Recuerdo haber leido un cuento de un niño que viajaba a otra ciudad y cambiaba de identidad, transformandose en otro, y que era miope y el mundo era más interesante así. Y quizas es un poco verdad. Porque si bien es una mierda mierda no saber que micro es la que viene y parar la de adelante provocando que la de atrás, que era la que evidentemente te servía, pues paraste la de adelante, pase y te sentirte como un idiota, tambien es hermoso encontrar gallinas que se convierten en distintos niveles de la solera extrañamente iluminados, y a los atacantes agazapados en bolsas de basura.

¿Y acaso no está escrito

I look outside
And I see them
Light green scarabs
On an enormous wall
Trampling each other underfoot
Running aimlessly
They glisten in the sun
Like Egyptian little gods

?

¿Y acaso no se dijo en otra ocasión

una distracción
convierte las piedras
en tortuguitas

?

Quizas es un cliché (nuevamente me preocupa, aunque no me impoda escribirlo), pero es maravilloso tener dos opciones de vista; la standard y la propia.

Prueba mirar como está a punto de hervir la sopa de tomate en tu olla mientras escuchas staralfur, mira en la micro de noche como las posas de lluvia reflejan la luz y hacen ondas en la ventana.

Hay cosas. Hay magia en los petalos de ciruelo que te tiende la vida paraq que camines por ellos como el monarca que siempre debiste saber que eras.
Hay pruebas de que eres el axis mundi. Mira y coge la divinidad con fuerza.

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