Los sirvientes no aceptan regalos, ni siquiera en navidad que es tan importante para ellos.
Lo que hacemos es comprar cosas que necesitan o que les gustarían, y a veces los usamos un poco, otras veces los guardamos en las bodegas hasta que se cubran de polvo, y luego los mandamos a que los boten.
De esta forma podemos hacer un bypass a su orgullo. Por supuesto piensan de nosotros que no sabemos lo que hacemos, pero no hay nada que podamos hacer para quitarles ese afan de superioridad intelectual.
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