Si bien no el más agradable, como despertador, el chirrido de metal contra piedra de la retroexcavadora es un despertador muy eficaz. Sonrío, porque lo que puede ser un infierno para algunos, es una buena forma de no llegar tarde al trabajo. No muy tarde.
Una vez fuimos a acampar con los Aguirre Gajardo. Aisan park, creo. En un momento tiramos una lata de conservas a la fogata chiquitita que teníamos. Y luego tiramos la lata caliente de fuego al rio. Un par de años después leí "metal que grita" en una carta de magic. Y yo ya sabía con que dolor gritaba el metal.
Hoy me despierto con el chirrido del metal.
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