que no cambian las cosas realmente, pero que balancean y sirven para aguantar un rato.
El futbol mejorante cada vez, más y más música entrando desde el pasado y el futuro, gente nueva, gente vieja, la posibilidad de hacer saltar esa libertad, las herramientas que siempre quise ahora en mi.
Un juego en prueba, dos juegos en cola.
Dos rutinas, una satisfactoria, otra aplastante.
Un grupo de teatro de mierda que se acaba, dandome otra sensacion de terminar un ciclo (cosa a la que no estoy acostumbrado y que realmente no me llena mucho, porque soy o quiero ser la mano que golpea la puerta, no para abrir algo, sino para verse golpeando) y da la sensacion de que nuevamente habrá tiempo, tiempo que llenar tiempo para preguntarse, para quizas leer 100 paginas al dia en vez de las cagonas 50. Para quizas mejorar aún más este cuerpo decadente (en munra?), para saber quizas de los Fovistas Fauvistas Fauves fieras. Quizas para traer más musica, para morir de monoxido de carbono, para tirar pelotitas saltarinas desde el piso 16 y ver si realmente rebotan o se rompen.
Lo bueno de todo es que siento que hay voluntad en todo esto, que no estoy pajero como tanto tiempo estuve, y que si dejo que las cosas me lleven a donde me lleven es porque la corriente es absurdamente inevitable y lo he aceptado, con la condicion de que se me permita pensar que en algun momento podré salirme o amar la direccion en la que voy.
Y estoy aburrido solo en los momentos en que no me entretengo. Que no son tantos.
Podemos concluir que no se. Nada. Nunca. o por ahora. Pero, que en muchos momentos no importa.
Como ahora.
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